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La historia de Ana Lucía Carranza Chiara estremeció al Perú. Con apenas 21 años, la joven planeó uno de los asesinatos más crueles registrados en los últimos años, con la complicidad de su pareja, Aníbal Augusto Chalco.
A través de una segunda cita pactada con Luis Sergio Ramírez, a quien conoció por Tinder, ambos ejecutaron un crimen tan escalofriante como meticuloso. Hoy nuevos datos de “Evidencia Oculta” revelan detalles inéditos de la llamada “asesina del Tinder” y el caso que aún provoca escalofríos.
Luis Sergio Ramírez conoció a Ana Carranza a través de Tinder. Tuvieron un encuentro íntimo tras su primera cita en el Jockey Plaza y no volvieron a verse hasta un año después. Ella quería una relación seria, él no. Ese fue el detonante de una oscura obsesión.
Luego de ese tiempo, Ana ya tenía una relación con Aníbal Chalco, a quien también conoció en la misma aplicación. Fue él quien la acompañó a tramar una venganza espeluznante contra Luis. La “asesina del Tinder” lo volvió a citar y, en esa segunda cita, todo cambió para siempre. Ahí todo iniciaría... así como otros casos de Evidencia Oculta, lo que parece una salida tranquila se convierte en la última.
La víctima no sospechaba nada. Tomó el tren eléctrico hacia San Juan de Lurigancho, donde Ana y su pareja lo esperaban. El objetivo era claro: asesinarlo. Un día antes del crimen, Aníbal compró guantes, trapos y embalajes para preparar el escenario del horror.
Ya en el cuarto, Luis fue golpeado con una espada y brutalmente torturado. Sorprendentemente, no opuso resistencia. Según la declaración de Ana, él dijo que quería morir. Tras su muerte, cubrieron el cuerpo con frazadas y bolsas para ocultar el delito.
Tras cometer el crimen, la pareja trasladó el cuerpo en un taxi y comenzó a extorsionar a los familiares del joven. Pedían S/20.000, pero solo lograron conseguir S/1.500. No pasó mucho tiempo antes de que la policía los capturara y ambos confesaran el delito.